Descartó una crisis económica en Bolivia el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro y explicó que el país no es una isla, por tanto, la escalada de precios en los países vecinos y en el mundo repercute en los productos importados. Sin embargo, los efectos se contrarrestan con la aplicación de políticas de protección implementadas por el Gobierno nacional.
La autoridad gubernamental explico que “En Bolivia, a pesar de ese escenario externo complicado, somos resilientes, nos adaptamos, no estamos en crisis como quieren posicionar (los) analistas económicos y políticos que intentan generar un ambiente de zozobra o de caos”.
Montenegro destacó la política de subvención a los alimentos y a los carburantes que permite mitigar y minimizar los aumentos inusitados de precios de algunos productos en el mercado internacional.