Tal y como estaba anunciado, los seguidores del expresidente Evo Morales marchan este lunes en la ciudad de La Paz para intentar forzar una nueva candidatura del exmandatario rumbo a las elecciones generales de agosto próximo.
Los manifestantes se concentraron en el puente de la Cervecería y empezaron a descender al centro con expresiones en contra del gobierno del presidente Luis Arce, el Tribunal Supremo Electoral y el Tribunal Constitucional.
Uno de los dirigentes dijo que es una protesta “pacífica” por la democracia y la economía, y que intentarán llegar hasta la plaza Murillo (centro político del país), que amaneció cerrada con estructuras metálicas y policías de resguardo.
Sin embargo, en horas previas a la marcha, la Policía Boliviana ejecutó una serie de operativos para garantizar el tránsito en las carreteras e interceptó un vehículo en el que se trasladaba gran cantidad de explosivos hacia La Paz, informó Jhonny Aguilera, viceministro de Régimen Interior.
“Estas operaciones han permitido que logremos el secuestro de 20.000 unidades de detonadores de mechas de seguridad, asimismo 47 cachorros de dinamita y 55 mechas con fulminante preparadas para su uso”, dijo la autoridad en una conferencia.
Pero, “esto quiere decir que aquellas acepciones, que pretenden pintar esta convulsión social como una movilización pacífica, (en realidad buscan) desoír el mandato del pueblo, que ha elegido al presidente (Luis Arce), cuyo mandato finaliza el 8 de noviembre”, señaló.
Aseguró que se busca generar “un estado de convulsión a través de la polarización de las protestas motivando acciones violentas”.
Sin embargo, “la Policía ya logró la aprehensión de las personas que, de manera injustificada, se encontraban transportando estos explosivos hasta nuestra ciudad”, agregó.
Invitó a los movilizados a mantener un “estado de pasividad” e instó al respeto de la Constitución Política del Estado.


