El ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, informó que los bloqueos iniciados este lunes por grupos vinculados al expresidente Evo Morales han generado pérdidas económicas de 1,4 millones de bolivianos para Vías Bolivia. En una conferencia de prensa, Montaño afirmó que estas medidas de presión no solo afectan la economía del país, sino que también tienen como objetivo desestabilizar al gobierno del presidente Luis Arce.
“Hasta ayer teníamos pérdidas por más de 700 mil bolivianos, pero hoy la cifra ha ascendido a 1,4 millones. Siguen perjudicando la economía del pueblo boliviano, especialmente en Cochabamba, que está siendo asfixiada por los cortes de vías”, señaló Montaño.
Impacto en el transporte y suministro
Los bloqueos afectan puntos estratégicos, como la carretera Cochabamba-occidente en Sipe Sipe. Según Montaño, el lunes unos cien camiones cisterna quedaron varados en Viloma, Cochabamba, lo que pone en riesgo el suministro de combustible y productos de primera necesidad.
“El plan de Evo Morales es claro: cortar el acceso a diésel, gasolina y productos básicos para generar descontento en la población. Ese es su objetivo”, declaró el ministro.
El mapa de transitabilidad de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) reportó, hasta las 12:40 de este martes, 19 puntos de bloqueo en departamentos como Cochabamba, Oruro, La Paz, Potosí, Chuquisaca y Santa Cruz, siendo Cochabamba el más afectado.
Acusaciones de intento de golpe de Estado
Montaño denunció que las movilizaciones son parte de un plan para derrocar al gobierno de Luis Arce. “Quieren pedir la renuncia de Lucho para que asuma Andrónico Rodríguez, y de esa forma habilitar a Evo Morales. Estas acciones no son solo bloqueos; son actos de sabotaje y un intento de golpe de Estado”, enfatizó.
Demandas de los sectores movilizados
Los sectores afines a Morales demandan, principalmente, su inscripción como candidato presidencial y la renuncia de Arce. No obstante, han sumado otras exigencias como soluciones a la crisis económica, la escasez de combustible y la falta de dólares.
La situación refleja una creciente polarización política y pone en jaque la estabilidad económica y social del país. Montaño instó a la población y las autoridades a rechazar estas medidas que, según él, perjudican al pueblo boliviano en su conjunto.


