La aguda crisis económica que afecta a Bolivia ha forzado a cerca de 18 mil estudiantes de secundaria en La Paz a abandonar sus estudios para incorporarse al mercado laboral, según denunció José Luis Álvarez, dirigente del Magisterio Urbano de La Paz. Este alarmante fenómeno refleja el impacto de la escasez de combustibles, divisas y el aumento en el costo de vida sobre las familias bolivianas.
Factores y críticas al Gobierno
Álvarez señaló que la difícil situación económica ha llevado a muchas familias a depender del ingreso de sus hijos adolescentes, quienes abandonan las aulas para contribuir al sustento del hogar. Además, criticó al Gobierno por implementar medidas como el cierre de escuelas y la fusión de paralelos bajo el pretexto de “reordenamiento”, calificándolas como una “política criminal” que sacrifica el derecho a la educación de los más vulnerables.
“El Gobierno no está resolviendo la crisis, está descargándola sobre las familias, forzando a los niños y adolescentes a abandonar sus sueños educativos para luchar por el pan del día”, afirmó Álvarez.
Propuestas y posibles movilizaciones
Entre las propuestas del magisterio urbano para mitigar la crisis, Álvarez sugirió establecer medidas que obliguen a las empresas a comercializar sus productos mediante venta directa, con el objetivo de reducir los precios al consumidor final.
El dirigente advirtió que, de no obtener respuestas del Gobierno, el sector podría iniciar movilizaciones en los próximos días. “No solo estamos perdiendo a miles de estudiantes en las aulas; estamos hipotecando el futuro del país”, enfatizó.
Una crisis que trasciende las aulas
La situación evidencia cómo la crisis económica está erosionando derechos fundamentales como la educación, con repercusiones a largo plazo para el desarrollo del país. El magisterio urbano exige una pronta intervención del Gobierno para garantizar que los estudiantes no abandonen la escuela y para aliviar la carga económica que enfrentan las familias bolivianas.


