El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Israel e Irán alcanzaron un acuerdo de alto el fuego total tras 12 días de intensos enfrentamientos. El cese de hostilidades, que entrará en vigor a las 04:00 GMT del martes, supone el «fin oficial» de las acciones militares entre ambos países, según afirmó Trump en su plataforma Truth Social.
El conflicto alcanzó un punto crítico el lunes, cuando Irán lanzó misiles contra la base estadounidense Al Udeid en Qatar como represalia por los bombardeos israelíes a instalaciones nucleares iraníes. Irán notificó previamente a Washington sobre el ataque, lo que permitió la evacuación de la base sin que se registraran víctimas. Trump agradeció esta advertencia, calificándola como un gesto que evitó una tragedia mayor, aunque también describió la respuesta iraní como «muy débil».
Por su parte, Qatar informó que interceptó los proyectiles dirigidos a la base militar, que es la mayor instalación estadounidense en Oriente Medio. Mientras tanto, el Consejo de Seguridad Nacional iraní defendió la acción como una respuesta a la «agresiva e insolente» conducta de Estados Unidos en el conflicto.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su condena al ataque de Irán contra la base en Qatar, calificándolo como un hecho alarmante en la escalada del conflicto en Oriente Medio. Guterres hizo un llamado urgente a ambas partes para que pongan fin a los enfrentamientos y busquen soluciones pacíficas.
Este acuerdo de alto el fuego, mediado por Trump, podría marcar un punto de inflexión en una de las crisis más tensas de la región. Sin embargo, las tensiones subyacentes entre Israel e Irán, agravadas por años de enfrentamientos indirectos y hostilidades abiertas, plantean dudas sobre la duración y estabilidad de esta tregua recién alcanzada.


