La escasez del combustible de aviación Jet A-1 amenaza la continuidad de las operaciones aéreas comerciales en Bolivia, advirtió Yanela Zárate, gerente general de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
“El transporte aéreo conecta regiones y personas, pero depende de insumos críticos. El Estado tiene la obligación de garantizar el suministro necesario para que las operaciones se mantengan sin interrupciones”, señaló Zárate.
El problema fue abordado en una reunión entre la ALA y el Ministerio de Obras Públicas, tras una carta enviada el 14 de junio por la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), que agrupa a 300 aerolíneas a nivel global. En su misiva, IATA expresó su “grave preocupación” por la escasez y suministro irregular del combustible Jet A-1, advirtiendo que esta situación podría llevar a la cancelación de vuelos.
Aunque el Gobierno y ALA acordaron asegurar el suministro de combustible hasta diciembre de este año, Zárate destacó que estas medidas no son suficientes y urgió a implementar soluciones estructurales para evitar la crisis.
Desde 2024, Bolivia enfrenta una crisis de combustibles que ha provocado largas filas para abastecer vehículos, especialmente en las zonas urbanas, con esperas que superan las ocho horas en algunos casos, y condiciones aún más difíciles en regiones del interior.
El sector aéreo demanda garantías claras y sostenidas para mantener la conectividad aérea y evitar mayores perjuicios al transporte y la economía nacional.


