La escasez de diésel en Santa Cruz está generando retrasos significativos en la llegada de frutas y verduras a los mercados locales, afectando tanto a productores como a comerciantes y consumidores.
Productores reportan que deben esperar entre uno y dos días en largas filas para abastecerse del combustible, lo que retrasa el transporte de alimentos perecederos y provoca pérdidas por el deterioro de los productos. “Vienen las verduras podridas y la gente no quiere comprar. También se quedan nuestras cargas en los chacos por la falta de diésel”, señaló una productora afectada.
El problema afecta no solo a los productos locales, sino también a frutas provenientes de otros departamentos y países vecinos, aumentando la preocupación por la calidad y el precio de los alimentos en los mercados de la capital cruceña.
Esta situación, que según los propios productores se arrastra desde hace varios meses, ha generado cuantiosas pérdidas y alarma en toda la cadena de suministro alimentario.


