En medio de la campaña nacional para frenar la epidemia de sarampión en Bolivia, Vilma Luque, madre alteña del Distrito 7, decidió no esperar y llevó a vacunar a sus hijos en un punto móvil del Distrito 14, donde también completó su propio esquema de inmunización.
“Es mejor prevenir que lamentar”, afirmó con convicción al sumarse a la campaña “Ruta SRP, Protegiendo a Nuestras Niñas y Niños”, que recorre barrios de El Alto con brigadas de salud. La iniciativa busca inmunizar a niños de 1 a 9 años, grupo más vulnerable al sarampión, enfermedad que ya suma más de 90 casos confirmados en el país y motivó la declaratoria de Emergencia Sanitaria Nacional.
Vilma, informada por la televisión y su familia, no dudó en acudir. Además de proteger a sus hijos, se vacunó contra la hepatitis y la influenza, y motivó a otras madres a hacer lo mismo:
“Que se acerquen a sus centros de salud y se vacunen. Es mejor prevenir que lamentar”.
La historia de Vilma refleja un acto de corresponsabilidad ciudadana y amor por la comunidad. En una época marcada por desinformación y miedo, su decisión es ejemplo de que la vacunación es más que una dosis: es compromiso, protección y solidaridad colectiva.


