Armin Dorgathen, presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), reconoció que las filas para abastecer diésel continúan en varias estaciones del país, mientras que la gasolina se encuentra normalmente disponible.
En entrevista con Bolivia TV, Dorgathen explicó que una causa importante de la escasez es la compra anticipada o acopio de combustible por parte de los consumidores. “En el caso de la gasolina, los acopios no son mayores a los 40 litros, porque se destinan al consumo de vehículos pequeños, pero en el caso del diésel, los volúmenes pueden llegar hasta 20 mil litros, porque se trata de motorizados mucho más grandes y que recorren grandes distancias”, señaló.
Sobre la situación financiera, el ejecutivo detalló que, pese a que YPFB está despachando al 100% de la demanda, existe un déficit comercial generado por recursos no desembolsados. “En lo que se refiere a pagos, lo que deberíamos haber pagado contra lo que realmente se pagó, tenemos una diferencia de alrededor de 300 millones de dólares que no se pagaron”, indicó Dorgathen.
Agregó que para eliminar completamente las filas, sería necesario aumentar el despacho entre un 5% y 10%, pero esto depende de la disponibilidad presupuestaria: “La garantía del abastecimiento depende en la capacidad de pago que tenga el Ministerio de Economía para permitirnos importar el combustible”.
Respecto al futuro del sector hidrocarburífero, Dorgathen destacó que el Gobierno actual dejó dos nuevas cuencas petroleras listas para entrar en producción en 2028, lo que revertirá la caída de la producción de petróleo. “En 2006 se tenía una producción de 10.000 barriles por día, en 2023 bajó a 2.800, pero desde 2024 hemos cambiado la tendencia llegando a 3.100 barriles por día”, explicó.
Finalmente, descartó que Bolivia tenga que importar gas natural a partir de 2028, a menos que el próximo gobierno privatice YPFB. “Si el próximo gobierno se dedica a capitalizar o privatizar YPFB, probablemente para 2030 se tenga algún problema”, advirtió.
Estas declaraciones apuntan a la complejidad que enfrenta el abastecimiento de combustibles en el país, marcada tanto por limitaciones económicas como por prácticas de acopio de los usuarios.
