El sector panificador de Bolivia se declaró en estado de emergencia ante los retrasos en la entrega de harina subvencionada, insumo fundamental para la producción del pan de batalla. Rubén Ríos, representante nacional del gremio, denunció un desfase de casi un mes en la distribución del producto estatal.
“Tenemos un desfase de 24 días de entrega de harina y por eso el sector está en emergencia. Los saldos de junio se están cumpliendo recién hasta este viernes. El compromiso es que desde el lunes 28 de julio se inicie la entrega correspondiente al mes de julio”, señaló Ríos.
La situación ya está afectando el abastecimiento del pan en distintos puntos de venta, y los panificadores advierten que, si no se regulariza la provisión de harina, la tradicional marraqueta podría dejar de llegar a las mesas bolivianas.
“El lunes presenté una nota al ministro. Se han comprometido a entregarnos 6.000 quintales para el departamento de La Paz. Si no se cumple, desaparecerá la marraqueta”, alertó el dirigente.
Ríos también reclamó una reunión directa con el ministro de Desarrollo Productivo, asegurando que las gestiones con la gerencia general no han dado resultados: “Nosotros ya no queremos reuniones con la gerencia, queremos hablar con el ministro para que nos diga qué está pasando con nuestro sector”.
Frente a la escasez de insumos, algunos panificadores se ven obligados a comprar harina del mercado, lo que podría repercutir en un incremento en el precio del pan.
Por otro lado, comerciantes de la calle Antonio Gallardo, en La Paz, confirmaron una baja en el precio de la harina en el mercado libre. “Ha rebajado, ahora está a 430 bolivianos el quintal. Antes estaba a 530. Si se estabiliza el dólar, puede seguir bajando”, explicó una vendedora.
Sin embargo, la reducción de precio no ha logrado compensar la falta de harina subvencionada. En varios puestos del centro paceño, los vendedores también reportan una disminución en la entrega del pan de batalla.
“Ya no traen pan en la tarde. Antes me llegaban 500 panes en la mañana, ahora solo llegan 300”, relató una comerciante.
El gremio espera una respuesta clara del Gobierno en los próximos días para evitar una paralización total de la producción.


