Durante su discurso por el Bicentenario de Bolivia, desde la Casa de la Libertad en Sucre, el presidente Luis Arce destacó el inicio del proceso de industrialización como el legado más importante de su gestión, al que calificó como un camino «irreversible» hacia la independencia económica del país.
“El legado más poderoso que dejamos es el inicio de la industrialización como camino irreversible de nuestra independencia económica (…) No es un proyecto, no es mito, es una realidad, es patrimonio del pueblo boliviano”, afirmó el mandatario.
Arce destacó que más de 170 plantas industriales forman parte de este proceso, mencionando como ejemplo el Complejo Siderúrgico del Mutún. Según dijo, estas fábricas no solo producen bienes, sino que también generan empleo, ingresos para las familias y esperanza en todo el país.
También se refirió a la situación de las empresas estatales y a la importancia de preservar los recursos del país, aludiendo que “este pueblo trabajador y luchador, que sabemos que no permitirá que se vuelva a privatizar recursos naturales, que no claudicará ante anuncios de paquetes económicos, y menos que desprecie los logros del Estado Plurinacional…”
También reconoció las dificultades que atraviesa el país, como la escasez de combustibles, la presión sobre las divisas y el alza de precios en algunos productos. No obstante, aseguró que estos problemas son temporales y forman parte del proceso de transformación estructural que ya está dando resultados.


