La exhibición de tres boas vivas durante la parada militar del 7 de agosto en Sucre generó críticas de organizaciones ambientales y de derechos humanos, que denunciaron vulneraciones a la normativa nacional de protección de fauna silvestre.
El Colegio de Biólogos de La Paz (Cblpz) y la Defensoría del Pueblo exigieron sanciones contra los responsables y que se garantice el bienestar de los animales. Según estas instituciones, las serpientes fueron manipuladas como accesorios y luego almacenadas en cajas y bolsas plásticas, acciones que constituyen maltrato animal.
“El uso de boas en un desfile militar vulnera la normativa nacional, extraerlas de su hábitat les causa sufrimiento y contradice el principio del Vivir Bien”, señaló la Defensoría del Pueblo. Recordó que la Constitución y leyes como la Nº 071 y la Nº 300 obligan a todas las instituciones, incluidas las Fuerzas Armadas, a proteger la fauna silvestre.
El Cblpz solicitó información sobre el paradero de los animales, su custodia, origen, documentación de tenencia y evaluaciones veterinarias y etológicas realizadas. Además, alertó que esta práctica normaliza la tenencia ilegal de fauna y refuerza el mercado negro de especies.
En redes sociales se difundieron imágenes de militares desfilando con las boas sin medidas de manejo especializado, lo que para los biólogos constituye apología de un delito. El Tribunal Agroambiental también advirtió que el uso de fauna silvestre en desfiles podría constituir maltrato animal.
El Colegio de Biólogos pidió a la Policía Forestal y de Protección al Medioambiente, al Ministerio de Medio Ambiente y Agua, a la Gobernación de Chuquisaca y a las autoridades militares informar sobre el origen y destino de las serpientes, y propuso la creación de una directiva que prohíba el uso de fauna silvestre en actos oficiales, junto a campañas de sensibilización.
Ambientalistas recordaron que la boa constrictor es una especie amenazada por pérdida de hábitat, incendios, caza ilegal y comercio de mascotas exóticas, y que su exhibición pública incrementa su vulnerabilidad. Señalan que la protección de la vida silvestre debe formar parte de la ética y prácticas de las Fuerzas Armadas, más allá del cumplimiento legal.


