Con miras al balotaje del 19 de octubre, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció el despliegue de un sistema de monitoreo de medios y redes sociales para combatir la guerra sucia y la desinformación. El Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (Sifde) será el encargado de supervisar los contenidos difundidos, en coordinación con más de 20 plataformas aliadas como Chequea Bolivia y Bolivia Verifica, en el marco de una alianza respaldada por Naciones Unidas.
Durante un encuentro en Santa Cruz, vocales del TSE y candidatos presidenciales acordaron evitar ataques políticos, participar en dos debates públicos y respetar los resultados finales. Sin embargo, las tensiones no tardaron en surgir: Rodrigo Paz denunció que su candidatura fue blanco de noticias falsas difundidas por medios como Red Uno, mientras Jorge Tuto Quiroga acusó al candidato vicepresidencial del PDC de incurrir en discursos de odio y difamación.
El vocal Francisco Ávila advirtió que cualquier incumplimiento del acuerdo podría derivar en sanciones, siempre que se presenten pruebas verificables. Las medidas van desde multas hasta acciones directas contra los candidatos. En medio de acusaciones cruzadas y ausencias polémicas, el TSE busca garantizar un proceso electoral transparente y libre de manipulación informativa.


