Una adolescente de la comunidad Los Tajibos, en Cotoca, Santa Cruz, fue enviada a un centro de reclusión para menores por 45 días mientras continúan las investigaciones en su contra. La joven está imputada por homicidio en grado de tentativa, luego de apuñalar a su compañera de colegio en medio de una clase, hecho que trascendió el miércoles pasado.
La víctima, una estudiante de 17 años, aún se recupera de las heridas, mientras que la agresora cumplirá su detención en el Centro Educativo Piloto de Justicia Penal Juvenil “Nueva Vida Santa Cruz” (Cenvicruz).
El ataque estaría relacionado con una discusión sobre un antecedente de abuso sexual que la agresora denunció contra su tío, un hombre de 66 años acusado de haberla abusado desde que tenía ocho años. Este proceso judicial se encuentra paralizado tras la suspensión de la audiencia cautelar del imputado, situación que ha causado indignación en la familia y la defensa.
Durante la audiencia por el ataque, la Fiscalía mantuvo la imputación por homicidio en grado de tentativa, fundamentada en el uso del arma (un estilete) y los informes psicológicos. La defensa solicitó tratamiento especializado en lugar de detención preventiva, argumentando que la menor también es víctima de abuso y padece un fuerte trauma; sin embargo, el juez dictó la detención.
Además, la fiscal Rocío Medrano confirmó que la directora del colegio recibió medidas sustitutivas, como arraigo y la obligación de presentarse cada 15 días ante el Ministerio Público. Dos profesores, la regente y la portera del colegio, acusados de presunto encubrimiento, quedaron en libertad sin restricciones.
El fiscal Raúl Rivera, encargado del caso, afirmó que la agresión está comprobada: «El arma incautada y los informes psicológicos respaldan la imputación. El hecho puso en riesgo la vida de la víctima». Por su parte, la abogada de la menor insistió en que su defendida requiere atención psicológica intensiva y no la privación de libertad en un centro sin programas adecuados.
La comunidad educativa de Cotoca permanece consternada por la violencia ocurrida en el aula. Padres de familia exigen protocolos de prevención y mayor seguridad en las escuelas, mientras que el Ministerio Público sigue investigando para aclarar responsabilidades.
La víctima presenta tres heridas: una en la cabeza, otra en el brazo y un corte de 20 centímetros en el cuello, y se encuentra bajo atención médica y psicológica.


