María René, de 16 años, se convirtió en la segunda víctima fatal del desastre ocurrido durante el “Saracho Fest” en Oruro. Tras permanecer cuatro días internada en el Hospital Obrero, la adolescente falleció el lunes por la noche, luego de sufrir una descompensación repentina. El evento, que congregó a miles de personas, derivó en una avalancha humana que dejó múltiples heridos y generó conmoción nacional por la falta de control en el ingreso y la seguridad del recinto.
El director del Hospital Obrero, doctor Óscar Ayala, explicó que la menor había mostrado signos de recuperación tras ser trasladada de terapia intensiva a intermedia. Su evolución era favorable, con signos vitales estables y buen estado neurológico. Incluso pudo conversar con su madre horas antes de su fallecimiento. Sin embargo, cerca de las 21:00 horas, sufrió un paro cardiorrespiratorio que los médicos no lograron revertir. La causa preliminar apunta a una muerte súbita, posiblemente provocada por una arritmia o embolia pulmonar.
Las autoridades médicas continúan investigando las circunstancias exactas del deceso, mientras la sociedad exige respuestas sobre la organización del evento. La tragedia ha puesto en evidencia la necesidad urgente de revisar protocolos de seguridad en espectáculos masivos. El caso de María René, junto al de la primera víctima, se convierte en un llamado de atención para evitar que hechos similares se repitan.


