El expresidente Evo Morales lanzó una dura crítica contra la administración de Luis Arce, acusándola de provocar una crisis energética sin precedentes en Bolivia. Afirmó que la escasez de gasolina y diésel, sumada a la salida del presidente de YPFB en medio de denuncias de corrupción, refleja una gestión marcada por el desorden y la falta de transparencia. Morales cuestionó que, a pesar de haber sido parte de gobiernos anteriores, Arce no asuma responsabilidad por el deterioro del sector energético.
Morales reveló que en los últimos cinco años se gastaron más de 12.000 millones de dólares en la importación de combustibles, sin que ello haya fortalecido la producción nacional ni reducido la dependencia externa. Además, denunció que el Gobierno recurrió a contrataciones directas con empresas de dudosa reputación, lo que, según él, debilitó la institucionalidad y abrió la puerta a irregularidades. Entre las firmas mencionadas figura Botrading, vinculada a la provisión de carburantes en condiciones poco claras.
El líder cocalero advirtió que la crisis energética no solo afecta el abastecimiento, sino que pone en riesgo la estabilidad económica y social del país. Criticó la falta de planificación en exploración y desarrollo industrial del gas, lo que ha provocado una caída en la producción y pérdida de mercados. Morales instó al Ejecutivo a dejar de escudarse en discursos políticos y asumir con responsabilidad las consecuencias de sus decisiones.
