El asesinato de Jhonatan López Rodríguez, hijo de la alcaldesa de San Ramón, ha generado un clima de miedo entre los testigos del hecho, quienes se rehúsan a declarar por temor a represalias. El fiscal departamental de Beni, Alexander Mendoza, informó que las primeras indagaciones apuntan a que los autores del crimen serían ciudadanos brasileños, aunque aún no se ha confirmado su identidad ni su vínculo con organizaciones criminales.
El ataque ocurrió la noche del domingo en la plaza principal de San Ramón, cuando varios sujetos armados descendieron de una vagoneta negra y dispararon contra López Rodríguez, quien se encontraba dentro de su vehículo. El Ministerio Público ha convocado a testigos y personas cercanas al caso para avanzar en la investigación, mientras que el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, no descartó una posible conexión con redes criminales transnacionales vinculadas al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.
Este crimen se suma a un intento de asesinato que López Rodríguez sufrió en abril, lo que refuerza las sospechas de que estaba en la mira de grupos delictivos. En paralelo, la figura de Marset ha vuelto a ocupar titulares tras la difusión de un video en el que aparece rodeado de hombres armados, lanzando amenazas. Aunque la Fiscalía aún no establece un nexo directo entre ambos hechos, las autoridades reconocen que el contexto de violencia en la región responde a disputas entre organizaciones criminales con presencia internacional.
