Transición con sombras: Rodrigo Paz hereda una economía golpeada
Este 5 de noviembre marca el cierre oficial de la gestión de Luis Arce, con la renuncia de sus 17 ministros en el último gabinete antes de la posesión de Rodrigo Paz. El país que recibe el nuevo presidente está sumido en una recesión profunda, con inflación acumulada superior al 18%, escasez de combustibles y divisas, y una pérdida sostenida de confianza en los mercados. La bonanza que alguna vez acompañó al MAS parece hoy un recuerdo lejano.
Expertos y opositores coinciden en que el modelo económico impulsado por el MAS durante casi dos décadas no logró adaptarse a los desafíos estructurales del país. La industrialización estatal, la creación de más de 200 empresas públicas y el manejo ideologizado de la economía son señalados como factores que agravaron el déficit fiscal y limitaron la inversión privada. Críticos como Gonzalo Chávez y Jaime Navarro advierten que el Estado se convirtió en un obstáculo para el desarrollo competitivo.
La administración saliente defiende su legado con obras sociales y programas de inclusión, pero el nuevo gobierno enfrentará una presión inmediata por resultados. Rodrigo Paz deberá lidiar con un entorno polarizado, una ciudadanía expectante y una economía que exige medidas urgentes. La transición no sólo implica un cambio de liderazgo, sino también una redefinición de rumbo para evitar que la crisis se profundice.
