El ministro de la Presidencia, José Luis Lupo, advirtió que Bolivia atraviesa una coyuntura crítica marcada por el “malgasto” de recursos y proyectos inconclusos heredados de anteriores administraciones. Según la autoridad, esta situación ha dejado al país con un presupuesto congelado y sin capacidad de cubrir las necesidades básicas del Estado, lo que configura una de las crisis más profundas de la historia nacional.
Ante este panorama, el presidente Rodrigo Paz instruyó a su gabinete aplicar planes de austeridad y disciplina fiscal, con el objetivo de recuperar la confianza en las instituciones y garantizar que los recursos públicos se utilicen de manera eficiente. Lupo subrayó que la prioridad inmediata es estabilizar la economía en los ámbitos de precios, finanzas, tipo de cambio y protección social, especialmente para los sectores más vulnerables.
El ministro también señaló que, además de la estabilidad, el país necesita inversión y crecimiento para reactivar la base productiva. “La gente requiere progreso, exportaciones y bienestar”, enfatizó, al tiempo que aseguró que las medidas de corto, mediano y largo plazo buscan sentar las bases de un nuevo modelo económico que supere la etapa de despilfarro y devuelva esperanza a la población.


