La entrega del desayuno escolar en Santa Cruz de la Sierra inició este año con críticas, particularmente hacia el ‘pororó’ (maíz inflado con azúcar), que fue uno de los alimentos distribuidos el primer día. Sin embargo, la Alcaldía defendió su inclusión, asegurando que cumple con estándares nutricionales y que fue elegido por los propios estudiantes.Críticas desde
El presidente del Concejo Municipal, Israel Alcócer, cuestionó la elección del ‘pororó’ como parte del desayuno escolar. “Después de cuatro meses, están entregando un desayuno que no sé en qué va a ayudar. No vemos que sea nutritivo para los estudiantes”, señaló.
Raúl Ascarrunz, director municipal de Educación, refutó las críticas argumentando que los productos distribuidos son los mismos que se ofrecieron en gestiones anteriores, incluso defendidos por quienes ahora cuestionan la calidad del desayuno.
Ascarrunz subrayó que todos los alimentos entregados contienen un “premix nutricional”, una mezcla formulada de vitaminas, minerales y otros nutrientes, que asegura su aporte nutricional. Además, indicó que la presentación de los productos, como el ‘pororó’, responde a preferencias expresadas por los estudiantes en una feria de alimentación escolar realizada el año pasado.
El funcionario aclaró que el valor nutricional de los alimentos ha sido cuestionado sin pruebas de laboratorio, las cuales son necesarias para verificar su composición exacta. También descartó que los productos entregados sean genéricos o de baja calidad, asegurando que cumplen con los estándares establecidos por la normativa.
Aunque algunos especialistas han señalado que alimentos como el ‘pororó’ podrían no ser los más adecuados para niños en edad escolar, Ascarrunz insistió en que todos los productos ofrecidos, incluyendo barras, galletas y panes fortificados, cumplen con los requisitos de aporte nutricional establecidos.
La polémica sobre el desayuno escolar refleja no solo un debate técnico sobre la calidad nutricional de los alimentos, sino también un trasfondo político que influye en la percepción pública.


