La primera encuesta de Ipsos-Ciesmori para la segunda vuelta presidencial del 19 de octubre revela un escenario de ventaja inicial para Jorge Tuto Quiroga, quien alcanza el 47% de intención de voto frente al 39,3% de Rodrigo Paz. Aunque la diferencia se amplía al considerar solo los votos válidos, el panorama está lejos de ser definitivo. El peso de los indecisos, los votos nulos y blancos, así como el electorado que aún no se identifica con ninguno de los candidatos, representa más de un tercio del total, lo que convierte esta elección en una contienda abierta y altamente dinámica.
El estudio también muestra cómo se han reconfigurado las lealtades políticas tras la primera vuelta. Quiroga logró capitalizar el respaldo de votantes que antes apoyaban a figuras como Doria Medina y Reyes Villa, mientras Paz enfrenta el reto de ampliar su base con un margen más estrecho. Sin embargo, los analistas advierten que esta transferencia de votos no es necesariamente estable: los apoyos podrían cambiar si Paz logra conectar con los sectores que aún no se sienten representados, especialmente jóvenes, indecisos y votantes urbanos.
Además, la percepción sobre los compañeros de fórmula añade otra capa de complejidad. Aunque Juan Pablo Velasco, del binomio de Quiroga, es visto como ligeramente más apto para liderar la Asamblea Legislativa que Edman Lara, del PDC, ambos enfrentan cuestionamientos sobre su experiencia y capacidad. Con los debates presidenciales en puerta y una campaña que aún busca definir sus ejes, el desenlace dependerá de quién logre movilizar mejor a ese electorado volátil que aún no ha tomado una decisión firme.
