A cinco días del cierre de caminos, la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC) exige a las autoridades que tomen decisiones que conduzcan a soluciones estructurales ante la crisis que afecta al sector agropecuario.
Los bloqueos y la escasez de combustibles han impactado negativamente en el desarrollo normal de las actividades agrícolas en el departamento. Estas dificultades retrasan la siembra de invierno, dificultan el abastecimiento regular de mercados y afectan las exportaciones.
Este viernes se cumple el quinto día de bloqueos impulsados por el sector evista, situación que mantiene prácticamente cercada a Cochabamba.
El vicepresidente de la CAC, Rolando Morales, señaló que en esta época el departamento consume diariamente un millón de litros de diésel y un millón de litros de gasolina para el sector agropecuario. “La crisis hidrocarburífera ya nos ha provocado una caída aproximada del 20% en la producción”, lamentó.
Morales agregó que en lo que va del año ya se han registrado 26 días con bloqueos, y advirtió que los productores rurales están haciendo esfuerzos extraordinarios para llevar sus productos al mercado, incluso utilizando bicicletas, motos y realizando trasbordos. Sin embargo, anticipa que esta situación elevará los precios debido al aumento de costos en el transporte.
Respecto a las exportaciones, Morales indicó que desde la región del Trópico de Cochabamba salen diversos productos, entre ellos bananos, pero actualmente más de 40 camiones cargados están detenidos debido a los bloqueos y la falta de combustible. “Los caminos se han cerrado definitivamente”, aseguró.
La CAC representa a unas 22 mil familias de bananeros, 5 mil piscicultores, 6 mil productores de piña y palmito, además de miles de agricultores dedicados al arroz, cítricos y cacao, entre otros cultivos.
El gerente técnico de la CAC, Ramiro Guillén, advirtió que esta crisis genera un encarecimiento de los productos. “El sector no puede esperar. Las actividades agropecuarias se realizan de manera puntual, según cada temporada y día. Si se retrasan los plazos, enfrentaremos problemas graves. La seguridad alimentaria es fundamental y nadie puede aguantar el hambre”, enfatizó.
Guillén también resaltó la gravedad de incumplir compromisos internacionales, como las exportaciones de banano.
Por su parte, Morales reiteró que la CAC trabaja para garantizar la seguridad alimentaria del país y, cuando hay excedentes, para promover su exportación. “Pero hoy estamos completamente limitados”, manifestó.
Impacto en la siembra de invierno
La crisis afecta directamente la siembra de invierno, crucial para la seguridad alimentaria nacional. Morales explicó que la siembra de granos debe iniciarse entre junio y julio, pero los bloqueos y la falta de combustible durante las últimas dos semanas impiden cumplir con esos tiempos.
Detalló que Bolivia consume 1.4 millones de toneladas de maíz al año, pero produce solo 700 mil toneladas, importando un déficit aproximado de 600 mil toneladas. De la producción nacional, Cochabamba aporta cerca de 120 mil toneladas, destinadas principalmente al sector pecuario, avícola, porcinocultor y lechero.
“Si no comenzamos la siembra de invierno en los tiempos adecuados, podríamos enfrentar un déficit mayor al cierre del año”, advirtió Morales.
Aunque Cochabamba no es el principal productor, es el segundo más importante del país y abastece mercados clave como El Alto, La Paz, Oruro y Potosí.
En cuanto a las pérdidas económicas, Morales señaló que diariamente en Cochabamba se movilizan alrededor de 10.5 millones de dólares en actividades relacionadas con la agricultura, industria, comercio, servicios, logística y salud. De ese total, el sector agropecuario, que involucra a unas 400 mil familias, genera aproximadamente 1 millón de dólares.
Finalmente, Morales pidió que las autoridades, en cumplimiento de sus funciones, tomen decisiones que permitan encontrar soluciones estructurales a la crisis. Sugirió que el presidente convoque a una reunión cumbre con todos los actores involucrados para resolver el conflicto.


