La Cámara Automotor Boliviana (CAB) rechazó la propuesta del candidato presidencial del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz, de legalizar vehículos indocumentados, conocidos como «chutos», argumentando que esta medida perjudicaría uno de los sectores formales más significativos para la economía nacional.
Jhonny Salvatierra, presidente de la CAB, manifestó a EFE que la iniciativa de Paz resulta preocupante y lamentable, ya que perjudica a las empresas legales y genera una competencia desleal con el mercado de autos ilegales, que ascienden a cerca de un millón en Bolivia. Salvatierra destacó que este número representa “una avalancha” de vehículos que afectan seriamente al sector formal de importación.
El dirigente también explicó que desde que se comenzó a hablar sobre la posible legalización, se ha notado un incremento en el movimiento de personas en las fronteras, incluidos extranjeros, dedicados a la importación ilegal de estos vehículos, los cuales se presume provienen de actividades ilícitas como robo, contrabando y lavado de dinero.
Por su parte, Paz ha aclarado en varias ocasiones que su propuesta no busca fomentar el robo de autos, sino reconocer una realidad en el país donde muchas personas poseen “chutos”.
Según datos de la CAB, Bolivia cuenta con un parque automotor de 2.5 millones de vehículos, de los cuales 1.7 millones son autos legales, mientras que se estima que hay alrededor de un millón de vehículos ilegales circulando.
Salvatierra solicitó un mayor control en las fronteras para evitar que esta cifra aumente, ya que la entrada masiva de vehículos indocumentados podría agravar la actual crisis económica, caracterizada por la escasez de combustibles como diésel y gasolina, que están subsidiados por el Estado.
Además, la falta de liquidez en dólares desde comienzos de 2023 ha originado un mercado paralelo en el que el dólar alcanza casi 13 bolivianos, muy por encima del tipo de cambio oficial de 6.96. Esta situación dificulta la compra de vehículos nuevos en el extranjero, pese a que las marcas automotrices aseguran cobrar al tipo de cambio oficial, en algunos casos los precios se han duplicado debido al aumento en el costo de la divisa.
Salvatierra añadió que muchas empresas fabricantes se muestran reticentes a enviar más vehículos a Bolivia debido a los reclamos de clientes por daños en los motores causados por el tipo de combustible distribuido en el país.
Finalmente, cifras de la CAB indican que el sector automotor formal genera anualmente 3.000 millones de dólares, de los cuales 500 millones provienen de impuestos por la importación legal de autos cero kilómetros.
