El municipio de Pojo, en Cochabamba, está conmocionado por un caso que sigue creciendo en gravedad. La Defensoría de la Niñez y Adolescencia confirmó que existen dos denuncias formales contra el párroco local: una por violación y otra por abuso sexual, ambas cometidas cuando las víctimas eran menores de edad.
Los hechos habrían ocurrido en 2018, y las denuncias fueron presentadas formalmente. Aunque los denunciantes ya son mayores de edad, las autoridades no descartan que haya más víctimas, dado que el párroco trabajó en Pojo como maestro durante más de 15 años y como sacerdote por al menos 5 años, con contacto directo con cientos de menores.
“Estamos preocupados. No hay que encubrir ningún delito contra nuestros niños. Si hay más casos, que se denuncien y que la justicia investigue hasta el final”, expresaron representantes del Consejo de Padres de Familia del municipio, quienes siguen de cerca el proceso penal y administrativo.
Las autoridades educativas confirmaron que el cargo del párroco en la unidad educativa donde enseñaba religión ha quedado acéfalo, y se inició un proceso administrativo por faltas graves.
Por su parte, la Defensoría informó que el párroco ya tiene un mandamiento de aprehensión y que la investigación continúa bajo reserva. Además, hicieron un llamado a posibles víctimas que ya no residen en Pojo para que denuncien cualquier abuso ocurrido en el pasado.
El caso cobró mayor notoriedad después de que un adolescente de 16 años desapareciera tras dejar una carta donde pedía a sus padres que “no lo busquen más” y revelaba el miedo que sentía de regresar al colegio, donde presuntamente fue abusado por el párroco.
La comunidad exige justicia y protección para los menores, con temor a que aumente la cantidad de víctimas en los próximos días.


