El incremento en el precio del pollo en los mercados de Bolivia ha generado preocupación entre los consumidores. De acuerdo con la Federación Nacional de Avicultores (Fenav), este aumento está vinculado principalmente a factores climáticos adversos, como el calor extremo y el humo, que han causado la muerte de hasta un 15 por ciento de los pollos en el país. Esta pérdida representa casi tres millones de aves cada mes, lo que ha afectado significativamente la oferta de este producto en los mercados.
El presidente de la Fenav, Winston Ortiz, informó a Unitel que las altas temperaturas y la presencia de humo en el aire han impactado de manera considerable a las granjas avícolas, aumentando la tasa de mortalidad de los pollos. Además, señaló otros factores que agravan la situación, como el encarecimiento de los insumos para la producción y la dificultad para acceder a pollitos bebé debido a la escasez de dólares en el país.
Detalló que los costos de producción han subido entre un 40 y un 60 por ciento, siendo el maíz uno de los insumos más afectados. “El maíz está muy caro”, indicó, refiriéndose al principal alimento de las aves.
La situación varía según el tamaño de los productores. Mientras que los pequeños y medianos productores, que representan el 80 por ciento del sector, tienen acceso a maíz subvencionado por el Gobierno, los grandes productores deben recurrir a la importación, lo que incrementa sus costos. De hecho, sólo el 30 por ciento de los productores pueden beneficiarse del maíz subvencionado, lo que expone a la mayoría a los precios del mercado internacional.
Los grandes productores también enfrentan problemas derivados de la falta de divisas, lo que limita la importación de insumos clave, como los pollitos bebé, y afecta su capacidad de producción, lo cual ha contribuido a la merma de la oferta de pollo en el mercado.
Como consecuencia de estos factores, el precio del pollo ha aumentado. En los mercados de Santa Cruz de la Sierra, por ejemplo, el kilo de pollo se vendía este lunes a 17 bolivianos, manteniéndose en el mismo nivel que la semana anterior, pero por encima del precio registrado en el primer semestre de 2024, cuando oscilaba entre 13 y 15 bolivianos por kilo.