Marcelo Cruz, líder del transporte pesado, destacó la grave situación que enfrenta su sector debido a la escasez de combustible en varias regiones del país. Según Cruz, los transportistas están recibiendo cantidades insuficientes de diésel, lo que está afectando seriamente la operatividad de los camiones y, por ende, la economía local y nacional.
Actualmente, Bolivia enfrenta problemas en el suministro de combustible, lo que ha provocado largas filas de vehículos de transporte público, camiones de carga pesada y automóviles particulares. En algunos casos, las personas deben pasar la noche en las estaciones de servicio para poder conseguir diésel o gasolina al día siguiente.
Cruz explicó que algunas estaciones de servicio reciben apenas 10.000 litros de combustible al día, lo cual solo es suficiente para abastecer entre 20 y 25 camiones. El dirigente denunció que existe una distribución desigual de los recursos, ya que las estaciones estatales reciben entre 40.000 y 60.000 litros. Esta falta de equidad en la asignación de combustible, según Cruz, está causando largas esperas y paralizando actividades en diversas regiones del país.