Desde el 25 de noviembre hasta el 29 de diciembre, el Estado destinó Bs 3.339 millones para la adquisición de combustibles en el marco de la política de subvención al diésel y a la gasolina que se eliminó el pasado 17 de diciembre.
Si se toma en cuenta el tipo de cambio oficial del dólar, el monto en moneda estadounidense equivale a $us 479,7 millones; mientras que si se toma el tipo de cambio referencial del Banco Central de Bolivia (BCB), que se sitúa en Bs 8,83, el monto total asciende a $us 376,4 millones.
Solo el 29 de diciembre, el país pagó poco más de Bs 95,1 millones en la adquisición de diésel y gasolina. De acuerdo con las autoridades, la subvención le cuesta al Estado diariamente $us 10 millones.
Esta política quedó eliminada luego de la entrada en vigencia del Decreto Supremo 5503, que establece nuevos precios para los carburantes, luego de casi tres décadas en las que sus costos estuvieron congelados, pero representando un gasto extra para el Estado que el Gobierno actual consideró insostenible en este contexto económico.


