Hace un mes, el 7 de septiembre, Santa Cruz de la Sierra vivió el peor día en cuanto a calidad de aire, por la contaminación producida por el humo de los incendios forestales en la Chiquitania. Han pasado 30 días y la situación no ha mejorado. Ayer, 7 de octubre, casi volvimos a repetir los valores que nos pusieron en alarma por haberse registrado un Índice de Calidad del Aire de 402, lo que da cuenta de una calidad extremadamente mala. La jornada de este lunes se llegó a una cifra muy parecida, un ICA de 393, que provocó que se envíe a los escolares a casa hoy y mañana, a la espera de que el cielo se limpie y haya un mejor aire para respirar.
La segunda semana de octubre empezó con un paisaje difuso, costaba divisar los edificios a corta distancia y las salidas de los aviones fueron postergadas por siete horas en Viru Viru. Y las brigadas médicas del municipio y los centros donde se realizan nebulizaciones siguieron teniendo mucho trabajo. Desde el 9 de septiembre, las distintas brigadas van realizando 1.500 atenciones, que tienen que ver en su mayoría con irritación de ojos, de garganta, congestión nasal, dolor de cabeza -en pacientes adultos mayores- y con diarreas entre los menores de 5 años.
«Desde el año pasado desarrollé una reacción alérgica que apareció en época de incendios. He comprobado que el humo me descompone, tengo síntomas como de resfrío por la congestión nasal, se me tapa la nariz y no respiro bien, pero viene acompañado de escozor en los ojos, la garganta la siento rasposa, me duele y pica, y por último me pongo ronca», así describe su rosario de síntomas Elizabeth, que no es la única con malestar en casa, su hija adolescente también lo padece.