Mientras gran parte de la ciudad aún duerme, un equipo de ocho fiscalizadores de la brigada de control de ODECO, dependiente del Gobierno Autónomo Departamental de La Paz, realiza labores de fiscalización en puntos estratégicos, enfrentando bajas temperaturas y, en ocasiones, la intolerancia de algunos operadores de transporte público.
Edison Abel Condori, fiscalizador, relató que “es difícil levantarse a las 03:00 o 03:30 de la mañana para trabajar hasta la una de la tarde”, pero aseguró que el compromiso con la seguridad prevalece pese al desgaste físico.
Además de las condiciones climáticas adversas, el equipo enfrenta dificultades logísticas. “Es complicado conseguir movilidad para llegar a los puntos de control”, afirmó Condori, quien destacó la importancia de contar con chalecos reflectantes para ser identificados fácilmente.
Sin embargo, la labor muchas veces es malinterpretada por conductores que reaccionan con agresiones e insultos. “Hay que aguantar muchas cosas, pero seguimos porque nuestro objetivo es garantizar un servicio de transporte seguro”, señaló.
Uno de los requisitos clave en los controles es la tarjeta de operación, documento que autoriza la actividad del conductor y asegura que el vehículo cumple con normas de seguridad. No obstante, excusas como “se me olvidó” o “está en trámite” son comunes, según el fiscalizador Jhonatan Ticona.
“El trabajo es detallado y no siempre es comprendido; algunos piensan que lo hacemos por molestar, pero es para proteger a usuarios y operadores”, afirmó Ticona.
Omar Copa, encargado del equipo, destacó que el 80% de los usuarios apoya la labor, aunque un 20% muestra rechazo, principalmente por la incomodidad de los horarios de control.


