El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, protagonizó un momento simbólico poco antes de abandonar la cárcel de Chonchocoro, Portando la banda de gobernador y una bandera cruceña, se acercó a la reja del centro penitenciario para despedirse de los policías que resguardaban el recinto. Saludó con apretones de manos y abrazó a algunos de los efectivos.
“Ya está la libertad. Cumplí mi palabra: ni vendidos, ni cobardes, peor masista. ¡Viva Santa Cruz! En pocas horas vamos a llegar para seguir defendiendo a nuestro pueblo, para recibir a nuestra gente. Tengo muchas ganas de abrazar a nuestro pueblo después de casi tres años. Dios los bendiga”, expresó Camacho antes de abandonar el penal.
Antes de subirse nuevamente al vehículo que lo trasladaba, el gobernador descendió para recoger un poco de tierra de los alrededores del penal de Chonchocoro, como un gesto simbólico tras su permanencia en el lugar.


