La administración del presidente Donald Trump ha excluido a Bolivia de la lista anual de países que colaboran activamente en la lucha contra el narcotráfico. Según el Departamento de Estado, los cultivos de coca y la producción de cocaína en territorio boliviano han alcanzado niveles históricos, lo que representa un incumplimiento manifiesto de los compromisos internacionales asumidos por el país. La descertificación también incluye a Colombia, Venezuela, Afganistán y Birmania, todos señalados por deficiencias similares.
Estados Unidos recomendó al Gobierno boliviano tomar medidas urgentes para evitar que el país se convierta en refugio de organizaciones narcotraficantes. En los últimos años, se ha identificado la presencia de capos internacionales en Santa Cruz, como el uruguayo Sebastián Marset y los brasileños Marcos Roberto de Almeida y Sérgio Luiz de Freitas Filho, vinculados al Primer Comando de la Capital (PCC). Estas revelaciones han intensificado las preocupaciones sobre el papel de Bolivia en el tránsito y producción de drogas.
A pesar de la descertificación, el Departamento de Estado subrayó que la asistencia a Bolivia sigue siendo considerada estratégica para los intereses de Estados Unidos. La certificación, que se realiza desde 1986, evalúa el compromiso de más de veinte países productores en la lucha contra el narcotráfico. Washington advirtió que aquellos gobiernos que no atiendan sus responsabilidades enfrentarán consecuencias severas, en un contexto global donde el control del narcotráfico sigue siendo una prioridad diplomática y de seguridad.


