La Justicia boliviana decidió aumentar la fianza económica contra Franklin Flores, exgerente de la estatal Emapa, y abrir un segundo proceso en su contra por presuntas irregularidades en la construcción de una planta piscícola en el lago Titicaca. Aunque la Fiscalía solicitó su detención preventiva, el tribunal mantuvo la detención domiciliaria, el arraigo y otras medidas cautelares, además de prohibirle acercarse a Emapa. El fiscal Johan Muñoz advirtió que Flores representa un riesgo procesal por su historial migratorio y posibles intentos de influir en testigos.
Este nuevo proceso se suma a la investigación ya abierta por la planta procesadora de papa en El Alto, también bajo sospecha de corrupción. La causa piscícola fue iniciada de oficio tras una solicitud de la Cámara de Diputados, que pidió al fiscal general del Estado revisar todas las obras ejecutadas por Emapa durante la gestión de Flores. El Ministerio Público ya comenzó a recolectar información sobre el proceso de contratación y la viabilidad del proyecto en el lago Titicaca.
Flores será convocado a declarar en los próximos días, mientras la Fiscalía continúa con las diligencias para esclarecer los hechos. Las autoridades buscan determinar si hubo malversación de fondos públicos y negligencia en la ejecución de proyectos estatales. Este caso pone nuevamente en el centro del debate la transparencia en la administración de empresas públicas y la necesidad de fortalecer los mecanismos de control institucional.


