El objetivo del Gobierno es preservar el poder adquisitivo de las familias bolivianas, a pesar de las dificultades en el acceso a financiamiento externo y la caída de la producción hidrocarburífera nacional. Según el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025, se proyectó un gasto total de $us 2.000 millones para la importación de combustibles.
Importación en cifras:
Diésel: El 90% del consumo nacional es importado.
Gasolina: Aproximadamente el 60% proviene del exterior.
Incremento histórico: En la última década, los volúmenes de importación crecieron en más del 110%.
Factores de desabastecimiento:
Producción nacional insuficiente: YPFB reconoció su incapacidad para proveer diésel al sector productivo en marzo y abril.
Bloqueos y condiciones climáticas: Identificados como causas externas que complicaron el suministro en meses anteriores.
El BCB subrayó que, a pesar de las adversidades económicas, el Gobierno prioriza el uso de Reservas Internacionales Netas (RIN) para garantizar la estabilidad en el mercado de carburantes, a fin de evitar incrementos en el costo de vida de la población.


