La Confederación de Gremiales de Bolivia exigió el cierre definitivo de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA) y la sanción penal contra su exgerente Franklin Flores, en el marco del escándalo por un «excedente injustificado» de 209 mil bolivianos detectado en sus cuentas. Desde Sucre, el dirigente César Gonzales calificó a la empresa estatal como “un instrumento que distorsiona los precios de alimentos en el mercado y donde la corrupción es sistemática”. Según Gonzales, “EMAPA siempre ha sido una competencia desleal, había irregularidades desde todo punto de vista con esa institución”.
El representante gremial relacionó la detención de Flores con la compra de harina y destacó supuestas “prácticas anticompetitivas recurrentes de la empresa estatal contra los gremiales”. Expresó también que “es importante que el gobierno que ingrese cierre este tipo de empresas porque si bien hay que controlar, hay que fiscalizar a empresas que son privadas hasta ahí se puede llegar, pero el hecho de que ellos (gobierno) manejen es únicamente para corrupción, para robarle a la población”. Esta postura refleja un rechazo frontal a la participación estatal en la comercialización de alimentos.
Gonzales añadió que casos como EMAPA no son aislados en empresas públicas; mencionó a Botrading y YPFB como ejemplos de entidades con denuncias de corrupción que, a su juicio, no prosperan en el Ministerio Público. Insistió en que estas situaciones deben terminar para restaurar la competitividad en el mercado nacional.
Respecto a Franklin Flores, el gremialista fue claro en señalar que “tiene que pagar por todo lo que ha hecho”, aunque manifestó escepticismo sobre el sistema judicial en casos que involucran a políticos.
Este reclamo ocurre mientras la Fiscalía de La Paz informó que Flores acumuló 700 mil bolivianos entre 2022 y 2025, con un excedente inexplicable de 209.150 bolivianos. El exgerente fue detenido el 30 de septiembre en la casa de su cuñado, donde se incautaron documentos relacionados con EMAPA.


