La construcción del Hospital Municipal de Segundo Nivel San Antonio, una de las obras más importantes anunciadas por la Alcaldía de La Paz, acumula casi cinco años de retraso, múltiples paralizaciones y una considerable ampliación de costos. El concejal Javier Escalier denunció que la actual administración municipal saboteó el proyecto iniciado durante la gestión de Luis Revilla, lo que habría llevado a la quiebra de la empresa contratista y a la interrupción de las obras.
La construcción del hospital comenzó en marzo de 2021 con una inversión inicial de Bs 87,4 millones y debía concluir en septiembre de 2022. Sin embargo, tras varios contratiempos, su entrega ha sido reprogramada para noviembre de 2025, lo que implicará una ejecución total de más de 56 meses, según Escalier.
“La empresa contratada por la gestión de Revilla fue saboteada por la actual administración, que incumplió el pago de planillas. Incluso hubo protestas de obreros por sueldos impagos durante cinco meses en 2022”, recordó el concejal. Añadió que la situación derivó en la quiebra de la constructora original y la paralización de las obras.
Recién en octubre de 2023 se inició el proceso de contratación de una nueva empresa, cuyo contrato fue firmado en diciembre del mismo año por Bs 64,9 millones y un plazo de 448 días, contados desde enero de 2024. No obstante, la empresa solicitó un anticipo adicional cercano a los Bs 4 millones, aprobado en marzo de 2025, lo que derivó en una modificación contractual y una nueva ampliación del plazo.
Escalier calificó el caso como un “ejemplo del fracaso de la administración de Iván Arias” y denunció una gestión ineficiente de los recursos públicos. “Estamos hablando de una obra que debió durar 18 meses y ahora tardará casi cinco años. Esto no solo afecta al presupuesto municipal, sino que priva a más de 141.000 personas de la ladera Este de acceso oportuno a servicios de salud”, afirmó.
El hospital contará con 121 camas y brindará atención en medicina general, medicina interna, pediatría, cirugía y ginecoobstetricia. Ante la magnitud del retraso y los cambios en el proyecto, Escalier exigió una auditoría técnica y financiera para establecer responsabilidades. “No se puede permitir que la salud de la gente sea víctima del desgobierno”, concluyó.


