A medida que la marcha de siete días encabezada por el expresidente Evo Morales se acerca a la ciudad de La Paz, la plaza Murillo, sede del Gobierno, está siendo resguardada intensamente por fuerzas policiales y grupos que respaldan al presidente Luis Arce. Este despliegue busca garantizar la seguridad y el orden público ante la posible llegada de manifestantes.
El comandante departamental de la Policía, Edgar Cortez, aseguró que están implementando todas las medidas necesarias para prevenir cualquier tipo de violencia. «Estamos en estado de alerta para evitar confrontaciones, alteraciones del orden público o disturbios», enfatizó el jefe policial en declaraciones recientes.
La situación es tensa, ya que la marcha de Morales podría generar una escalada de conflictos en un contexto político ya polarizado. Las autoridades están preparadas para responder a cualquier eventualidad, asegurando que la seguridad de los ciudadanos y la integridad de las instituciones sean prioritarias durante estos días de protestas. La vigilancia no solo se limita a la plaza Murillo, sino que se extiende a otras áreas estratégicas de la ciudad, reforzando la presencia policial en puntos críticos para evitar incidentes.