El presidente venezolano, Nicolás Maduro, hizo un llamado enfático a la paz y rechazó la guerra durante un discurso transmitido por la televisión estatal, en el que combinó español e inglés con la frase: “No a la guerra… Sí a la paz, para siempre”. Reconoció su dificultad para hablar inglés llamando a su modo de expresarse “lenguaje tarzaniano”, comparándolo con el personaje Tarzán, y concluyó reafirmando: “No a la guerra de los locos, no a la locura de la guerra”.
Estas declaraciones ocurren mientras Estados Unidos intensifica operaciones militares contra narcotraficantes en el Caribe y el Pacífico, con al menos 32 muertos en ataques cuyos detalles oficiales son limitados. El presidente estadounidense, Donald Trump, reiteró posibles ataques terrestres en Venezuela, informando que probablemente notificará al Congreso antes de actuar.
Maduro negó cualquier vínculo con el narcotráfico y calificó las acciones de EE.UU. como violaciones a la soberanía venezolana. Además, llamó a la población a una “huelga general, insurreccional, revolucionaria” en caso de un ataque extranjero que vulnere la soberanía, asegurando que “la clase obrera, campesina” respondería movilizándose en las calles hasta recuperar el poder y avanzar en una revolución más radical.
El mandatario insistió en que, si EE.UU. se atreviera a atacar, la sociedad venezolana debe tomarlo como “una orden” y recordó que en situaciones anteriores solo fue necesaria una llamada para activar a las Milicias Bolivarianas, la Fuerza Armada y los cuerpos combatientes para defender el país.
En respuesta a los recientes ataques estadounidenses, Maduro ordenó el despliegue indefinido de tropas en cinco provincias, ampliando la movilización inicial de 15.000 soldados. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, afirmó que Caracas fortalece su poder militar para enfrentar las amenazas de EE.UU., acompañando ejercicios militares en varios estados.
Simultáneamente, un buque de guerra y marines estadounidenses participarán en ejercicios conjuntos con Trinidad y Tobago cerca de las costas venezolanas, dentro de una campaña contra el narcotráfico que ha dejado 37 muertos en nueve bombardeos a presuntas embarcaciones ilegales. Trump acusa a Maduro de encabezar una red de narcotráfico, algo que el líder venezolano niega.


