El Gobierno e instituciones sin fines de lucro impulsan al menos cinco acciones para recuperar estos ecosistemas, ya que durante 2023 las quemas e incendios arrasaron 3.372.369 hectáreas en Bolivia, 1.107.514 hectáreas zonas boscosas con gran biodiversidad y una de las tareas pendientes que tienen los Estados en el marco del Día Mundial de la Madre Tierra, que se celebra este 22 de abril.
La afectación en 2023 fue menor a la de 2022, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMyAcuando) se reportaron 4.466.540 hectáreas quemadas e incendiadas, de las que 808.408 fueron bosques.
Desde el MMyA explicaron que se entiende como quema a la cobertura afectada por el fuego entre pastizales, arbustos y gramíneas, mientras los incendios son la afectación a cobertura de bosque por el fuego.
