La Ley Corta Excepcional y Transitoria fue aprobada por la Cámara de Diputados con el objetivo de enfrentar la escasez de diésel, gasolina y gas licuado de petróleo (GLP) en Bolivia. Esta norma permite, por un periodo de tres meses, que operadores privados —personas naturales o empresas— puedan importar y comercializar estos combustibles en el mercado interno, como medida de emergencia ante la insuficiencia del suministro estatal.
La ley establece que todo el proceso de importación será supervisado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), mientras que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) deberá priorizar la entrega de carburantes estatales y comunicar con anticipación su capacidad de abastecimiento. En caso de que YPFB no logre cubrir el 100% de la demanda, los privados podrán importar combustibles a precios diferenciados, bajo un régimen de libre competencia.
Además, la norma incluye incentivos fiscales: las importaciones realizadas bajo este régimen estarán exentas del Impuesto a la Transferencia (IT) y del Impuesto al Valor Agregado (IVA). También se agiliza el trámite de autorización mediante una ventanilla digital única, con un plazo máximo de 48 horas hábiles para emitir la Licencia Excepcional de Importación y Despacho Directo (LEIDD). Con estas medidas, se busca garantizar el abastecimiento energético y proteger la producción agrícola y el transporte en todo el país.
