Rodrigo Paz, presidente electo de Bolivia, regresó al país tras una gira diplomática por Estados Unidos y Panamá, donde aseguró un acuerdo clave con la CAF por US$ 3.100 millones. Este respaldo financiero busca aliviar la crisis de liquidez y reactivar la economía nacional, golpeada por la escasez de divisas y el deterioro fiscal. El desembolso inicial del 15% en los próximos 30 días promete oxígeno inmediato, aunque persisten dudas sobre las condiciones del crédito y su impacto en el endeudamiento público.
Durante su paso por Washington, Paz sostuvo reuniones con altos representantes del FMI, el Banco Mundial y el BID, en un intento por reposicionar a Bolivia en el escenario financiero internacional. En Panamá, consolidó el acuerdo con la CAF y dialogó con el presidente José Raúl Mulino sobre una nueva etapa en las relaciones bilaterales. El mensaje fue claro: el nuevo gobierno apuesta por una diplomacia económica activa y por alianzas estratégicas que acompañen la transición y modernización del Estado.
Ya en suelo boliviano, Paz se enfocará en el diálogo con sectores productivos. En las próximas horas se reunirá con emprendedores y empresarios de El Alto para delinear políticas que impulsen la producción, la formalización y el acceso a mercados. Este encuentro, que se suma al sostenido recientemente en Santa Cruz, refleja su intención de construir una agenda económica inclusiva, con participación directa de quienes generan empleo y desarrollo en el país.


