La Intendencia Municipal de La Paz suspendió temporalmente siete hornos de panificación tras detectar graves deficiencias sanitarias en sus instalaciones. Los operativos se realizaron en los macrodistritos Max Paredes, Periférica, Sur y Cotahuma, donde se evidenció la presencia de heces de roedor, utensilios deteriorados y materias primas vencidas. Esta medida busca proteger la salud pública y obliga a los propietarios a realizar un proceso de saneamiento antes de reabrir.
Durante las inspecciones, se decomisaron 168 utensilios en mal estado, como latas rotas, paños desgastados y usleros dañados. Además, se incautaron productos sin registro sanitario que estaban siendo utilizados para elaborar pan. Según Nelson Quispe Vargas, analista técnico de inocuidad alimentaria, algunos casos requieren fumigación completa, mientras que otros pueden corregirse con limpieza básica y renovación de materiales.
La intervención forma parte de un control permanente que ya ha alcanzado a 37 hornos en distintas zonas de la ciudad. Aunque todos los establecimientos cumplían con el peso mínimo del pan de batalla, la Intendencia hizo un llamado a la población para denunciar hornos clandestinos o con condiciones insalubres a través de la línea 2900735, reforzando así la vigilancia ciudadana en la cadena alimentaria.
