Texas propone un proyecto de ley que busca prohibir el uso de teléfonos celulares en las aulas de las escuelas públicas, la misma se encuentra en espera de la firma del gobernador Greg Abbott, tras recibir una amplia aprobación en ambas cámaras de la legislatura estatal.
La iniciativa, conocida como House Bill 1481, fue presentada por la representante Caroline Fairly (Amarillo) y aprobada con 136 votos a favor y 10 en contra en la Cámara de Representantes, y por unanimidad en el Senado. De ser promulgada, la ley entraría en vigor el 1 de septiembre de 2025.
La propuesta busca restringir el uso de “dispositivos de comunicación inalámbrica personal” durante el horario escolar en todos los niveles de educación básica, con el objetivo de reducir distracciones en el aula y mejorar el rendimiento académico. La normativa permitirá excepciones por razones médicas o de seguridad, y delegará a los distritos escolares la implementación de medidas específicas para el almacenamiento de los dispositivos, como casilleros, mochilas o bolsas selladas, así como las sanciones disciplinarias por su uso indebido.
“La distracción en las aulas es real, y necesitamos apoyar a nuestros educadores”, declaró Fairly al Texas Tribune. Por su parte, el coautor del proyecto, James Talarico, exmaestro de escuela pública, explicó que el uso constante de celulares dificultaba sus labores docentes: “Pasaba más tiempo recogiendo teléfonos que enseñando lectura y matemáticas”.
Padres divididos y datos positivos
El proyecto ha recibido apoyo de padres preocupados por el ciberacoso y el impacto de las redes sociales en la salud mental estudiantil. Según una encuesta del Pew Research Center, el 44 % de los padres que respaldan restricciones de celulares lo hacen para combatir el acoso en línea.
Ejemplos como el de la Robert T. Hill Middle School en Dallas que implementó una política de “cero celulares” en 2019, han mostrado resultados positivos: una disminución del 75 % en casos de acoso escolar y un incremento de 13 puntos en el rendimiento académico.
No obstante, algunos sectores expresan inquietud sobre la comunicación en caso de emergencias. La organización Texas PTA transmitió preocupaciones de padres que temen no poder contactar a sus hijos durante situaciones críticas. Stephanie Holdren, representante de la organización, señaló que “es fundamental que se establezcan protocolos claros para estos escenarios”.
Si el gobernador Abbott firma el proyecto, Texas se sumará a estados como California, Florida, Indiana y Virginia, donde ya se aplican medidas similares. Además, otras 26 legislaturas estatales están considerando propuestas en la misma línea, reflejando una tendencia nacional para reducir la dependencia de dispositivos móviles entre estudiantes.
Hasta el momento, la oficina del gobernador ha indicado que revisará a fondo la propuesta antes de tomar una decisión definitiva.
