La directora del colegio Juan Misael Saracho en Oruro, involucrada en la muerte de una estudiante durante un concierto en su institución, recibió detención domiciliaria con permiso para trabajar. Al salir de la audiencia del martes, fue recibida con aplausos por un grupo de padres y brindó sus primeras declaraciones públicas.
Dirigiéndose a la gente, la directora expresó su conmoción por la tragedia: “Todo el sufrimiento, todo el dolor que he vivido, yo creo que no se compara con el dolor que están viviendo las familias dolientes, para ellos quiero expresar mis más sentidas condolencias y decirles que toda la familia del colegio está triste, principalmente mi persona”.
El juez cautelar Nº 4 de Oruro le impuso la medida de detención domiciliaria, una fianza de 5.000 bolivianos, arraigo nacional y la obligación de presentarse ante la Fiscalía cada 15 días.
Se informó que la directora habría autorizado la realización del evento, aunque los padres habrían solicitado el permiso a autoridades locales, y la Dirección Distrital negó la licencia, según explicó el fiscal Aldo Morales. Con voz entrecortada, la directora destacó que el dolor es mayor porque una víctima pertenecía a su comunidad. Finalizó agradeciendo a los padres y diciendo: “Una vez más les puedo decir misión cumplida, les he representado y voy a hacerlo siempre en las buenas y en las malas porque ustedes merecen también eso”.
Por otro lado, el vocalista del grupo Sangre Cumbiera, detenido tras la tragedia el domingo, fue liberado el martes. En el concierto, una avalancha humana provocó la muerte de una joven de 18 años y dejó en coma a otra de 16.
Las investigaciones preliminares indican que la primera avalancha ocurrió en la entrada del colegio, cuando la multitud empujó las puertas internas y un barandal metálico cayó sobre las víctimas. Luego, dentro del evento, el vocalista se lanzó al público, causando un efecto dominó que generó una segunda estampida.


