La distribución del pan de batalla presenta irregularidades en mercados y tiendas de las ciudades de La Paz y El Alto, debido a retrasos en la entrega de harina subvencionada por parte del Gobierno. Los panificadores advierten que esta situación afecta gravemente su producción diaria y amenaza con un eventual paro del sector.
“Tenemos retraso de un mes, entonces tenemos que comprar harina de afuera y está a 400 bolivianos, no conviene trabajar”, manifestó Germán Calle, panificador paceño, quien detalló que su producción diaria se redujo de 3.000 a 1.500 unidades.
Actualmente, los productores afirman que solo pueden cubrir el 50% de la demanda. En ese contexto, exigen al Ejecutivo el cumplimiento del cronograma de distribución de harina, bajo advertencia de paralizar sus actividades si la situación persiste.
En el departamento de Potosí, el panorama también es crítico. El sector panificador anunció un posible incremento del precio del pan de batalla de 40 a 50 centavos, argumentando que la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) no estaría entregando los cupos correspondientes de harina subvencionada.
Frente a este anuncio, organizaciones vecinales expresaron su rechazo y advirtieron que el incremento afectaría especialmente a las familias de escasos recursos. Paralelamente, otros sectores demandan a la Alcaldía intensificar los controles para evitar la especulación de precios en productos básicos, en medio de la escasez de carburantes y divisas.


