El conflicto en Viacha no es nuevo. Hace meses, la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento (AAPS) confirmó, junto con la Alcaldía local, el derrame de cianuro en uno de los acuíferos de la región. Actualmente, al menos 23 empresas mineras operan en el área, muchas de ellas sin licencias ambientales, dejando residuos tóxicos acumulados cerca de los reservorios de agua.
La tensión estalló este lunes, cuando decenas de comunarios, cansados de la contaminación provocada por la minería, rompieron el cerco policial, tomaron por la fuerza el edificio de la Alcaldía y se declararon en vigilia. Denuncian que el agua que consumen, así como la de su ganado y cultivos, está contaminada con cianuro y metales pesados. Además, exigen una ley municipal que prohíba toda actividad minera en la zona.
La ira está dirigida hacia el alcalde Napoleón Yahuasi, a quien acusan de autorizar operaciones mineras sin licencia ambiental. “¡No más actividades mineras, no más empresas mineras, no más contaminación!”, exclamó uno de los dirigentes campesinos mientras los manifestantes ingresaban al edificio municipal. “Eso pedimos al Concejo: que inmediatamente apruebe una ley rechazando las actividades mineras y la contaminación”, agregó en un video que se difundió ampliamente en redes sociales.
Los comunarios también responsabilizan al Concejo Municipal por no haber actuado antes. “¿Por qué no han aprobado hasta ahora una ley favorable para las comunidades? No queremos ninguna actividad minera con contaminación. ¡Fuera las empresas mineras!”, exigió el dirigente, mientras otros habitantes ocupaban los pisos de la Alcaldía.
En medio del desorden, los manifestantes agredieron a los guardias municipales y afirmaron que permanecerán en el lugar hasta que sus demandas sean atendidas y el alcalde brinde explicaciones. “El alcalde tiene que dar una explicación. ¿Por qué ha permitido que estas empresas operen dentro de Viacha?”, cuestionaron.
Las comunidades más afectadas están ubicadas a orillas del río Pallina, cuyas aguas llevan desechos industriales, hospitalarios y basura desde El Alto. Ante la imposibilidad de usar el río, los campesinos dependen de pozos subterráneos, que también están contaminados, para su consumo y el de sus animales, comprometiendo la salud y seguridad alimentaria de la región.
“Desde este momento las comunidades entramos en vigilia”, anunció el dirigente frente a la Alcaldía tomada. Los pobladores exigen que las autoridades municipales aprueben de inmediato una ley que les garantice agua limpia y un territorio libre de contaminación minera.


