El presidente del Estado, Luis Arce Catacora, admitió la crisis económica y judicial e identificó la amenaza que la “nueva derecha” supone para su gobierno, en un mensaje presidencial en el que omitió temas como el narcotráfico, la corrupción generalizada y la violación a los derechos humanos.
Arce Catacora admitió en su discurso que la justicia y la situación económica atraviesan una crisis, hechos por los que culpó a la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) y a una «nueva derecha» respectivamente, la cual trabajaría en conjunto con la derecha tradicional, su oposición, para desestabilizar a su gobierno, según su lectura.
Un muy breve mensaje presidencial que conmemoró el decimoquinto aniversario del Estado Plurinacional de Bolivia, precedido de un gran número de actos previos y discursos secundarios de otras autoridades, dejó de lado además temas como la lucha contra el narcotráfico, los derechos humanos, los recientes análisis económicos desfavorables y las severas deficiencias en servicios como la salud y la educación.
En cambio, el discurso de Arce se centró en condenar las medidas de presión convocadas por la facción radical afín a Evo Morales y en proclamar el modelo económico actual que promete la industrialización del litio para el futuro cercano de Bolivia.
“Hay razones para estar preocupados y por tanto para estar alerta. Las amenazas de un proyecto de restauración conservador y colonial no han desaparecido y ahora cuentan a su favor con la articulación de una ‘nueva derecha’ que, por ambiciones personales y electorales, están por debilitar los cimientos de nuestro Estado”, señaló en Casa Grande del Pueblo.