Los problemas logísticos en el abastecimiento de diésel los cuales provocaron largas filas por el carburante desde el jueves pasado, 26 de octubre, en Bolivia, tendrían dos razones: problemas de pagos a los proveedores internacionales y dificultades de estos para cumplir con el suministro.
Ayer martes, el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, admitió las restricciones de provisiones por falta de pago a proveedores.
“Queremos manifestar de que, evidentemente, la semana pasada, comenzaron a haber algunas restricciones con algunos proveedores; también, esto, generándose algunos temas asociados a algunos pagos que evidentemente se tenían que hacer”, señaló Molina.
Añadió: “Lógicamente hay algunos que han tenido ciertas dificultades de suministro. No voy a entrar en el detalle de decir cuál proveedor, porque no corresponde”. El titular de Hidrocarburos detalló que Bolivia cuenta con una cartera de entre ocho a 12 empresas abastecedoras.