Al erradicar las 25 mil hectáreas de hoja de coca anualmente, se evitaba que se procesen 240 mil kilos de cocaína. Este dato lo dio a conocer el exministro del Interior Rubén Vargas. Pese a estas y otras preocupantes cifras, Perú Libre insiste en suspender la erradicación de los cultivos en el Vraem y otras zonas cocaleras. A cambio, elaboran proyectos de ley copiados letra por letra del fracasado modelo boliviano, según reporta el digital de Perú21.El 25 y 27 de octubre los congresistas de Perú Libre Wilson Quispe y Margot Palacios presentaron dos proyectos de ley, cada uno en busca de ‘industrializar’ la hoja de coca en el país. ¿Sus nombres? “Ley que declara a la hoja de coca como patrimonio cultural y cultivo emblemático que promueve la investigación y el desarrollo industrial de sus derivados” y “Proyecto de ley: regula la actividad del cultivo, producción, comercialización e industrialización de la hoja de coca”.La sorpresa en ambos proyectos es que, párrafos enteros e ideas completas –sobre todo en el de la legisladora Palacios–, han sido literalmente “copiadas y pegadas” de la Ley General de la Coca Nº 906 de Bolivia, que data del 8 de marzo de 2017.El proyecto de Ley 538/2021-CR propuesto por el congresista Wilson Mamani tiene nueve similitudes en diferentes artículos con la Ley General de la Coca de Bolivia, entre ellas el objetivo, las definiciones, la regulación, control y fiscalización, las zonas autorizadas, la investigación e industrialización, infracciones y el centro de investigación integral de la coca.Pero Quispe se quedó corto al lado de su colega de bancada. El proyecto de ley de la representante de Ayacucho, además de tener 10 artículos parecidos a la ley boliviana, tiene párrafos enteros copiados. Estamos hablando, por ejemplo, de la similitud entre los artículos 4, 5, 6, 8, 11, 12 y 13 del proyecto peruano con los artículos 4, 5, 6, 11, 27, 28 y 30 de la norma en Bolivia.Esto significa que el país no estaría simplemente “imitando” el modelo boliviano, sino que se estaría calcando el plan de Evo Morales, y esto a la larga, incluiría los conflictos y el incremento exponencial del narcotráfico en el país.Nicolás Zevallos, exviceministro del Interior, señala que “la realidad boliviana y la peruana no son similares, la dinámica de comercio y consumo interno de la hoja de coca en Bolivia no son iguales a las nuestras, tampoco los gremios cocaleros; entonces, aun cuando nos parezcamos, el hecho de copiar y pegar una norma para aplicar en nuestro país sería bastante poco adecuado para lo que nuestra realidad merece”.En Bolivia, los conflictos se dan alrededor de los mercados legales de la hoja de coca. Fuentes de Devida advierten que “esos enfrentamientos entre cocaleros de estos mercados responden a que los canales legales no están siendo del todo eficientes para satisfacer la demanda de los agricultores. Entonces, si en Bolivia que tienen ese modelo hay esas dificultades, en Perú que no es igual ¿qué cosa podría pasar? Los proyectos parecen no responder esa duda”.El medio digital peruano cita declaraciones del diputado boliviano Beto Astorga, de Comunidad Ciudadana de Bolivia, quien recuerda que “desde un inicio el gobierno de Evo Morales siempre le ha interesado que se incrementen los cultivos de coca; incluso ha habido un informe de la Unión Europea donde dice que Bolivia actualmente se está excediendo en 15% de cultivos de hoja de coca, se está yendo contra la ley”, indicó.“Sin duda, se puede observar lo que Morales ha hecho durante 14 años y está queriendo replicar allá (Perú)”, dijo a Perú21.TV refiriéndose no solamente a la Ley de la hoja de coca, sino también a “nacionalizar los hidrocarburos” y “que el presidente del Perú se quede en el poder”.Según Devida, el número de cultivos alcanza 61.777 hectáreas, 13% superior respecto al año anterior, mientras que datos de la oficina de control de drogas de Estados Unidos, a junio de este año, Perú marcó un récord en cultivos de coca en 2020, con 88,200 hectáreas.