Pablo Berra, que es de Lomas de Zamora y vive en Sudáfrica, confía en la aprobación hacia la que avanza la Unión Europea.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) informó este jueves que realizará una revisión acelerada de la vacuna contra el Covid-19 que está desarrollando la Universidad de Oxford junto con el laboratorio AstraZeneca.
La vacuna de Oxford -que en caso de ser aprobada, se producirá en la Argentina para casi toda Latinoamérica- será la primera que evalúe la EMA. La revisión acelerada, motivada por la urgencia de contar con una vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2, implica que la información que se vaya obteniendo se analizará a medida que esté disponible.
En una situación normal, los fabricantes de medicamentos reúnen todos los datos de prueba una vez que terminan de recabarlos, y luego los envían al organismo regulador para una revisión que puede llevar muchos meses. Una vez que se ha completado, recién entonces se define si el medicamento es aprobado.
En este caso, en que la vacuna se muestra como la única vía de escape para la pandemia que ya causó más de un millón de muertes en el mundo, la revisión es continua para evitar demoras y así lograr que salga lo más rápido posible.
Entre los análisis y controles a los que es sometida la vacuna, el más importante son las pruebas con voluntarios, de las que participó un argentino. Pablo Andrés Berra, que nació en Lomas de Zamora y hace 12 años se fue a vivir a Sudáfrica, ya recibió las dos dosis de la vacuna, la segunda hace poco más de un mes.
«Nunca he sentido miedo. Por todo esto sigo con mucho optimismo, por la responsabilidad que además demuestra el laboratorio», dice el argentino radicado en un pueblo cercano a Johannesburgo.
A mediados de septiembre, AstraZeneca y Oxford pausaron las vacunaciones luego de que una voluntaria desarrolló mielitis transversa -una patología neurológica- y las reanudaron tras determinar que no había relación probable entre la vacuna y el trastorno desarrollado. En todo caso, a esa altura Berra ya había recibido sus dos dosis.
«Cuando pausaron la vacunación, se contactaron conmigo desde la Universidad para decirme que todo lo demás seguía funcionando normalmente, todos debíamos seguir yendo a los controles», cuenta Pablo.
«Yo me encuentro perfectamente bien y nunca he tenido ninguna dificultad», agrega Berra, que como parte de los controles debió someterse a 14 hisopados, todos con resultado negativo.
El seguimiento de Pablo y los otros 2020 voluntarios sudafricanos es constante, no sólo en el laboratorio sino a través de Whatsapp. «Conversando con los demás voluntarios, cuando voy a los dias de control en el laboratorio de Wits, que es el que trabaja con Oxford aquí en Sudafrica, ellos me dicen lo mismo: que ninguno ha tenido ningún tipo de problema secundario», destaca.
El lomense tiene 55 años y desde los 43 vive en Gerhardsville, una zona rural ubicada a una hora de distancia -unos 55 kilómetros- de Johannesburgo, la ciudad más poblada de Sudáfrica. Es dueño de una escuela Montessori y además tiene una granja.
Cuando se enteró de que la Universidad de Oxford iba a realizar pruebas de la vacuna contra el coronavirus que desarrolla junto con el laboratorio sueco-británico AstraZeneca, no dudo en anotarse como voluntario.
Berra siempre se mostró muy optimista. «Estuve muy expuesto al virus por haber tenido que acompañar a un familiar por unos días en un hospital público, dentro de una de esas tiendas de campaña que ponen al costado de los hospitales, donde estan los pacientes infectados», dice
«Además debo ir a trabajar diariamente a mi colegio. Me siento seguro con la vacuna, los hisopados siguen dando negativo. Aquí no hemos tenido una cuarentena como en otros lugares, solo hubo una de cinco semanas a partir del 25 de marzo que fue en las grandes ciudades», cuenta Pablo.
Además destaca la buena predisposición del pueblo sudafricano en cuanto a cumplir con los protocolos de seguridad e higiene. «Pensaba que íbamos a tener un agosto muy duro, pero paso todo lo contrario, el ciudadano comenzo a tomar conciencia y la cantidad de nuevos casos se redujo de manera impresionante, de quintos bajamos a décimos en el mundo», reflexiona.
Berra compara la detención de las investigaciones más reciente con una que ocurrió a principios de julio, donde un voluntario tuvo también complicaciones en Inglaterra y en ese momento, Oxford decidió pausar las vacunaciones hasta que se demostró que el problema de salud de ese voluntario tampoco tenía relación con la vacuna.
«Son situaciones que es probable que se den. Hay más de 30 mil voluntarios en todo el mundo», reflexiona el argentino. «Quizás alguno, por X motivo, necesite ser internado y Oxford volverá a pausar la parte de vacunaciones. Es lo correcto para proteger a los voluntarios hasta determinar si el problema tuvo o no que ver con la vacuna. A mí, eso me da mayor confianza, más seguridad por la vacuna», expresa.
«Extraño mucho Lomas de Zamora, la ciudad donde nací -dice Berra, lejos de su lugar de origen pero no de sus raíces-. Ahí tengo mi casa, no veo la hora de que Argentina abra las fronteras para poder ir y estar con mi familia y mis amigos de toda la vida. Deseo muchísimo que esta pandemia termine rápido y que todo vuelva a la normalidad».
Por Julieta Aurilio
Vía: https://www.clarin.com/zonales/vacuna-oxford-siento-bien-aca-efectos-secundarios-dice-argentino-recibio-dosis_0_ZSPRLcHRH.html?fbclid=IwAR0EEPbll8xlZc6kOAVGqpahchwx0JuP7d0rDugw6QUY_WGgTifMV0IPu7U
