Cree que la oportunidad de Bolivia está en apostar por el mercado de los bonos de carbono. Además, anticipa que antes de fin de año, el país recibirá una de las cuatro franquicias más importantes del mundo
Fue artífice de la incursión de las franquicias Starbucks y KFC al país y gestionó el desarrollo de Equipetrol Norte, hoy ‘Triángulo de Oro’. Cree que Bolivia, para avanzar, necesita diálogo en todos los escenarios.
_ ¿Usted cree que el país transita el camino de la recuperación económica tal como hace ver el Gobierno o qué factores, a su juicio, condicionan este aspecto?
Evidentemente, algunos indicadores muestran una recuperación, pero todavía no se ha podido llegar a los niveles de crecimiento de 2018; por lo tanto, queda mucho trabajo por delante. Bolivia necesita diálogo y concertación en todos los escenarios. Hay disociación entre la economía y la política, el Estado y el sector privado, el sistema político y la ciudadanía, cuando la circunstancia histórica exige unidad, más puentes y menos muros para poder sumar juntos. Bolivia no ha sentido los efectos de la guerra y tiene la tasa de inflación más baja de la región, pero ese indicador responde a dos medidas estatales, el tipo de cambio fijo hace 11 años y las subvenciones en hidrocarburos y alimentos. Ambos recursos pueden hacerse insostenibles en el tiempo y para enfrentar cualquier cambio de escenario se necesita un Estado eficiente, un sector privado competitivo y un aparato productivo fuerte.
_Al filo de cumplirse el primer semestre de este año, ¿cuál es su lectura acerca del desempeño de la economía (vamos bien o se deben hacer ajustes)?
Tomemos como ejemplo las proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la expansión del PIB de América Latina sería del 1,8%; las tasas de inflación serán altas, a excepción de Bolivia que apela a las subvenciones; la recuperación de los empleos está muy lenta y Bolivia podría alcanzar un crecimiento del 3,5%, una de las cifras más bajas de los últimos años.
Es necesario recordar que en 2019 el crecimiento fue del 2,2% y ese índice no es consecuencia de los problemas políticos sino de una economía con problemas. Después vino la pandemia que dejó graves secuelas en todos los aspectos.
_Usted fue el artífice del aterrizaje de Starbucks y KFC en el país, ¿cuál es el balance de la operación de estas franquicias, en particular, y del sector vinculado a este negocio, en general?
La llegada de KFC y Starbucks a Bolivia fue un logro significativo, la agenda hablaba de llegar a las ciudades del eje troncal y no ha sido posible, por varios factores: el deterioro de la economía, la inestabilidad que se generó en 2019 y la pandemia que retrasó varios proyectos. El negocio es bueno, sus cifras siguen siendo alentadoras, y las franquicias traen consigo varios beneficios. Alrededor de las franquicias surgen empleos y oportunidades laborales para los jóvenes estudiantes que encuentran la opción de estudiar y trabajar en estos negocios, con un modelo de éxito adecuado a la proyección de los futuros profesionales.
Antes del fin de este año, Bolivia volverá a recibir a una de las cuatro franquicias más importantes del mundo. Este es un esfuerzo del sector privado y una prueba más de la fe que se tiene en el país. Resta que los gobiernos estén a la altura para incentivar estas y otras iniciativas.
_Usted también gestionó el desarrollo de Equipetrol Norte en Santa Cruz y hoy, la zona denominada el ‘Triángulo de Oro’, es un polo de atracción de inversiones privadas de gran porte, ¿qué opina de este adelanto?
Sucedió hace más de 27 años, y fue gracias a la visión de dos emprendedores: Fernando Asbún y Alfredo Handal. Ambos inversionistas, han dado a la ciudad un gran aporte, siendo el ‘Triángulo de Oro’ un ejemplo de desarrollo de proyectos inmobiliarios. Nadie creía en este proyecto, tuvimos que socializar y evangelizar sobre las bondades que tenía la zona y la imposibilidad de una nueva inundación. Recuerdo que en la avioneta de Willy Kenning sobrevolábamos la zona de lo que hoy es Equipetrol Norte, tomábamos fotos y con esas imágenes empezaba la gestión de búsqueda, tramitación legal, negociaciones y compra de predios. No le miento, en muchas oportunidades compramos tres veces la misma propiedad para que los futuros propietarios estén seguros de su inversión.
En medio de ese proyecto, apareció un hombre que nos incentivaba a la apertura del cuarto anillo, yo no lo conocía, pero venía siempre de visita, y preguntaba cuánto faltaba para que asfaltemos el cuarto anillo; una vez que se alcanzó ese objetivo, nos dimos cuenta que era Mario Foianini, que más tarde se convirtió en el artífice del puente y de la zona de Urubó. Él, al igual que Alfredo Handal y Fernando Asbún, tenían la visión para hacer una ciudad nueva, a ellos un homenaje por su capacidad emprendedora y generadora de riqueza.
_Se dice que en tiempo de crisis nacen oportunidades. En la realidad actual, desde su perspectiva, ¿qué sectores económicos tienen mayor chance de mercados cautivos y qué sectores dejarán de ser competitivos?
Milton Friedman, uno de los pensadores más importantes de nuestro tiempo, habla de los grandes temas de la humanidad en los próximos 50 años: tecnología, medioambiente y globalización.
Si me pregunta, qué oportunidades tiene Bolivia para desarrollar proyectos que impacten en su economía, en sus comunidades y en el medioambiente, solo tengo una respuesta que conozco: el mercado de los bonos de carbono. Bolivia es la tercera potencia en bosques tropicales en Latinoamérica con más de 50.000 hectáreas, la preservación de este gran potencial ayudaría a garantizar la seguridad alimentaria, preservar los humedales, mitigar las sequías y evitar las inundaciones.
PERFIL
Socio fundador de Andean Crown Bolivia y director de Bosques Amazónicos y Perforsa S.A., perteneciente al Grupo La Cascada. Fue gerente general de Delosur S.A., con la que trajo las marcas Starbucks y KFC a Bolivia. Gerente comercial de Ferroviaria Oriental y en Credicorp: gerente de Administración y RRHH de Pacífico Seguros; gerente de Banca Personal en BCP Bolivia.